He de confesar que no soy muy amante de las perlas, pero con estos pendientes se me ocurren mil ocasiones en las que llevarlos, desde una cena especial a un bautizo.
Y es que las perlas tienen algo que las convierte en todoterreno, sencillas y elegantes a la vez.
Pobres perlas, a veces las encansillamos y son como todo: depende de cómo las uses, ¡en estos pendientes quedan geniales!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo ^_^
ResponderEliminarSon muy bonitos! Y originales!! ;)
Estoy de sorteo!!
Muy bonitos! No suelo usar mucho las perlas, pero también es verdad que dependen de con qué vayan combinadas, y en estos pendientes quedan elegantes y sencillas ¡Como todo en Honi mun! jejejejejeje
ResponderEliminarMuchos besitos!